¿Quién no querría tener un adorable loris lento en su casa después de ver un video de los que corren por la red? No es de extrañar que al ver estos animales con un aspecto tan pacífico ante las cámaras y una mirada tan entrañable, querramos comprar uno. Pero, ¿os habéis preguntado qué hay detrás de estos videos? Lo que no sabemos es que este comportamiento pacífico se debe a que se sienten aterrados y no a que se encuentren a gusto en nuestras manos. Ante cualquier amenaza su mecanismo de defensa es quedarse inmóvil y en silencio, cosa que facilita su caza. La mayoría de ellos provienen del tráfico ilegal de Asia, que está provocando una terrible amenaza para estas especies.
Estos animales salvajes son sometidos a ambientes radicalmente diferentes de los que están acostumbrados a vivir provocándoles un gran estrés. Además de este estrés, tenemos que sumar las lesiones, malnutrición y la manipulación humana. En muchas ocasiones en los mercados ilegales nos encontrarnos a estos primates con los dientes arrancados para así aparentar un aspecto más dócil y para evitar mordeduras. ¡Listo para entrar en nuestras casas! Ésto en muchos casos provoca infecciones e incluso la muerte, también dificultades para alimentarse de forma correcta.
Muchos de ellos llegan a los centros de rescate con problemas psicológicos y físicos causados por un mal manejo y unas jaulas inadecuadas. Este bajo nivel de bienestar se traduce en comportamientos anormales como lo son: el exceso de acicalamiento, las agresiones anormales, y las estereotipias (comportamientos repetitivos sin una función clara).
Anna Nekaris, Richard S. Moore y Francis Cabana y en un reciente estudio detectaron que los factores extrínsecos – vivir en recintos demasiado pequeños o en grupos sociales que no son naturales o con demasiados congéneres- aumentan los niveles de estereotipias, reduciendo el bienestar de estos sujetos.
Los autores observaron durante 30 días a 90 loris lentos pertenecientes al centro de rescate Ciapus Primate Centre (CPC) [Este de Java, Indonesia] anotando todas las estereotipias que realizaron. Se observaron 3 tipos de estereotipias diferentes: rocking (balancearse de lado a lado), cicling (caminar en círculos) y pacing (caminar hacia atrás y hacia delante sin interrupción). El 33% de los loris del centro presentaban alguna de las 3 estereotipias. Pacing fue la más observada, seguramente producida por el estrés de vivir en espacios pequeños, aunque no se encontró relación entre la medida de las instalaciones y esta conducta anormal.
La composición del grupo era un factor importante para entender la presencia de las estereotipias. Por un lado, en los grupos compuestos por individuos del mismo sexo la presencia de conductas anormales era menor que en grupos mixtos. Aunque en los loris en libertad no encontramos grupos de un mismo sexo, estos resultados podrían explicarse por la baja competición sexual ante rivales del mismo sexo, según comentan los autores. Por otro lado, observaron una menor manifestación de estereotipias en grupos con más individuos. Este dato es el esperable ya que en libertad los loris duermen en grupos y participan en diversas actividades sociales durante toda la noche.
La identificación de los factores que explican el desarrollo de estas estereotipias es de vital importancia para la medición de los niveles de bienestar de los loris en cautiverio, así como para predecir cómo los animales sobrevivirán una vez reintroducidos en el medio natural. Es por esta razón que se tiene que seguir investigando para así conseguir una mejor vida para estos animales, que tuvieron la mala suerte de ser cazados y arrebatados de su hogar.
Zaida Gómez Lázaro
Referencia estudio original:
Article: Factors influencing stereotypic behaviours of animals rescued from Asian animal markets: A slow loris case study. K. Anne Isola Nekaris, Richard S. Moore, Francis Cabana. Applied Animal Behaviour Science 03/2015; 166.
Entrada original via www.primatologia.net
Fotografia de portada: Michael_Whitehead via Foter.com / CC BY-SA