Los signos clínicos suelen ser picor intenso, eritema (enrojecimiento de la piel), costras e infecciones secundarias de la piel en zona del abdomen, las axilas, alrededor de los ojos, del ano, entre los dedos y otitis crónicas o recurrentes.
En el caso de los gatos, aunque no presenta exactamente el mismo comportamiento que en los perros y en las personas, pueden padecer una enfermedad de la piel con picor intenso llamada “enfermedad inflamatoria de la piel atopic-like”. También asociado a determinadas razas como el gato Birmano.
El diagnóstico de la dermatitis atópica se realiza por exclusión de otras dermatitis con la misma presentación clínica: alergia alimentaria, alergia ambiental, alergia a la picadura de insectos etc.Por lo que se trata de un diagnóstico lento, que requiere paciencia y esfuerzo.
En los primeros síntomas de picor intenso, es importante acudir a tu clínica veterinaria para evitar que tu peludo se haga lesiones intensas al rascarse que se compliquen con infecciones secundarias. Es muy común que durante el diagnóstico se realice descarte de alergia alimentaria con una comida hipoalergénica o de proteína nobel, distintas pruebas como raspados cutáneos/citologías/cultivos de piel y exudados, pruebas de alergia ambientales en sangre, y protocolo de desparasitación externa.