La personalidad es el conjunto de características psicológicas estables y consistentes que explican cómo se comportan los animales, humanos y no humanos. Desde que somos niños nos fijamos en que no todo el mundo actúa de la misma manera. Por ejemplo, no reaccionamos igual que nuestro hermano ante una situación. Podemos encontrar perros de una misma camada con conductas muy distintas desde que empiezan a relacionarse con el mundo que les rodea. Desde la ciencia se ha intentado explicar estas diferencias de distintas maneras, encontrando regularidades en el comportamiento de los individuos. Una de estas maneras es utilizando el análisis factorial, un método estadístico que agrupa aquellas variables observadas que muestran relaciones las unas con las otras. Estos grupos de variables relacionadas entre sí se denominan “factores” o “dimensiones”. En el caso del estudio de la personalidad son aquellas propiedades básicas que nos permiten entender el comportamiento. Por ejemplo: “extrovertido”, “sociable” o “irritable”. En el caso humano el modelode estructura de personalidad más famoso es el llamado “big five”​. Está formado por cinco rasgos de personalidad: “apertura a las nuevas experiencias”, “responsabilidad”, “extroversión”, ”amabilidad” y ”neuroticismo”. En especies de animales no humanas encontramos otros factores que nos permiten explicar de mejor manera las diferencias individuales que encontramos en su comportamiento, otras estructuras de personalidad.

Estudio de la personalidad en los primates en el ámbito de la etología 

Debido a su parecido y a su complejidad cognitiva y conductual, los primates han sido grandes candidatos a ser estudiados por la psicología comparada. La personalidad no fue una excepción. Los primeros trabajos se llevaron a cabo con chimpancés (​Pan troglodytes) analizando su comportamiento. Los resultados de esta época se centraron en señalar las tendencias diferenciales de comportamiento, emociones y nivel cognitivo entre individuos. A partir de los años setenta los estudios se fueron reproduciendo en otras especies de primates, como en el papión oliva (​Papio anubis​) y el macaco rhesus (​Macaca mulatta​). Poco a poco estos estudios fueron saliendo de los laboratorios y, a partir de los noventa, se asentaron en gran medida en los zoológicos. Este nuevo contexto de investigación añadió una dimensión más biológica a estos estudios.  Así la personalidad se relaciona con la genética, la filogenia, la etología y con el bienestar psicológico y físico.

¿Qué nos han enseñado estos estudios sobre la personalidad en los primates? 

Veamos brevemente alguna de estas relaciones y lo que sabe la etología hasta la fecha. A nivel genético existen pocos estudios de personalidad en primates de zoológico. En las últimas dos décadas se han realizado algunos con chimpancés, orangutanes (​Pongo sp.​) y bonobos (​Pan paniscus​). Estos estudios muestran que las diferencias de personalidad entre individuos se pueden explicar tanto por las diferencias genéticas como por las diferencias ambientales. Por ejemplo, distintos tipos de cría (individuos criados por sus madres o por los cuidadores), el tamaño del grupo y su composición.  También la experiencia de otros juveniles del grupo podría tener distintos efectos sobre los individuos y el desarrollo de sus personalidades. Chimpancés criados en grupos grandes (7 o más individuos) se relacionaban con rasgos positivos de personalidad, como «Juguetón». Mientras que chimpancés criados en grupos pequeños se relacionaban con rasgos negativos como «Irritable»o «Excitable». Muchos estudios de genética tratan de encontrar aquellos genes relacionados con distintos rasgos de personalidad. Como hemos comentado, existen pocos estudios en primates, aún así podemos encontrar algunos interesantes. En uno de ellos, con una muestra de 129 chimpancés de distintos centros, encontraron evidencia de que versiones del gen que codifica para los receptores de la vasopresina estaban asociados a la dimensión «​Conscientiousness​», que describe cómo de dócil y predecible es el comportamiento de un animal. Aún así, es difícil encontrar relaciones entre rasgos de personalidad y un único gen. Además en la actualidad los estudios en humanos de este tipo exigen un mínimo de 100,000 participantes para evitar falsos positivos. Los estudios filogenéticos de personalidad nos pueden responder a preguntas del estilo: “¿Por qué podemos clasificar a una especie dentro de una dimensión de personalidad concreta y a otras no?”. Un buen ejemplo es la dimensión “Dominancia”, presente en los chimpancés pero ausente en humanos.

La personalidad también puede ser una aproximación interesante para el estudio del bienestar y el manejo de la fauna salvaje en cautividad. Se han encontrado relaciones entre personalidad y salud física y psicológica tanto en primates humanos y no humanos. Un estudio llevado a cabo con 128 chimpancés de 13 zoológicos concluyó que aquellos individuos con tasas mayores de bienestar subjetivo eran aquellos que se mostraban menos neuróticos, más dominantes y extrovertidos. En otros trabajos se ha podido observar cómo genes asociados al nivel de dominancia se vincula a diferencias en el bienestar subjetivo de los individuos. No existen muchos estudios donde se relacione el bienestar físico de primates y su personalidad. Uno de estos pocos estudios llevado a cabo en los noventa con 298 gorilas occidentales (​Gorilla gorilla​) donde se vio que los individuos más “Extrovertidos” tenían vidas más largas que sus conespecíficos “Introvertidos”. También se puede estudiar aquellos comportamientos que realizan con mayor o menor frecuencia los animales en relación a su personalidad. Se han encontrado que los gorilas con perfiles altos de «Dominancia» tienden a desplazar a otros individuos para usurparles el sitio que ocupaban o algún recurso. Por otro lado, aquellos con una mayor «Extroversión/Amabilidad» realizaron más conductas afiliativas como el ​grooming ​o acicalamiento, juego, acercamiento y contacto con otros individuos. En otro trabajo, chimpancés «Dominantes» realizaron más conductas agonísticas y menos conductas de sumisión. Los «Extrovertidos» realizaron más agresiones físicas de contacto.

Manejo de primates en cautividad

Estudios de este tipo también pueden ayudar al manejo de estos animales en cautividad. Por ejemplo, se ha observado que gorilas alojados sin compañeros muestran menores niveles de la dimensión «Comprensivo». Así mismo, los gorilas con este tipo de personalidad son más proclives a agredir a otros individuos. En otras investigaciones se ha visto que los espalda plateada con altos niveles en «Comprensivo» aceptan mejor a nuevos miembros en su grupo social. Todavía queda mucho trabajo para generar un conocimiento más profundo sobre estas relaciones, ya que se han observado con una muestra pequeña. Cuando tengamos unos resultados más fiables, podrían ayudarnos a decidir cómo y con quién alojar a individuos con distintos rasgos de personalidad. De este modo se podrían evitar encuentros agresivos y las graves consecuencias que conllevan. Una fuente importante de estrés en los zoológicos que hay que tener en cuenta es el público. Aunque no existe una unanimidad entre investigadores, se ha encontrado en muchos estudios relación entre un mayor número de visitantes y más ruidosos con un peor bienestar de los animales alojados en estos centros. Quizá el origen de esta falta de consenso pueda deberse a que no todos los individuos reaccionan del mismo modo a estos estímulos. Por ejemplo, aquellos Cercopitecos Diana (​Cercopithecus diana diana​) «Solitarios», «Irritables» y «Agresivos» muestran un aumento de comportamientos anormales en los momentos de mayor tránsito de visitantes, conductas relacionadas con un bienestar comprometido. Por el contrario, los individuos «Activos», «Juguetones» y «Excitables» muestran mayores conductas típicas de especie, incluyendo juego, comportamientos relacionados con buenos niveles de bienestar. El enriquecimiento ambiental es una herramienta clave en zoológicos y otros centros de animales salvajes para mejorar la salud física y psicológica, y la personalidad también podría afectar al éxito de su implantación. El estudio de la relación entre cognición y personalidad es un campo en crecimiento en los grandes simios. Los chimpancés con mayores marcas en «Abierto de mente» están más dispuestos a participar en las pruebas cognitivas de estos experimentos. Al contrario, los más «Neuróticos» realizan más conductas autodirigidas (relacionadas con el estrés) durante los estudios. Podemos usar esta información previamente para saber cuales son los individuos idóneos para realizar pruebas de este tipo sin tener un impacto negativo sobre su bienestar.

Conclusiones

Como hemos visto, el estudio de la personalidad de animales salvajes, en particular de primates, nos puede dar claves importantes para entender mejor su comportamiento y poder mejorar los protocolos de manejo en cautividad. De este modo podremos mejorar su bienestar y perfeccionar los planes de conservación de estas especies tan amenazadas.

Referencias​:

Gartner, & Weiss. (2017). Studying primate personality in zoos: implications for the management, welfare and conservation of great apes. International Zoo Yearbook​. doi:10.1111/izy.12187